Reciclar o morir.
Si: parece una frase lapidaria, pero es poco más, o menos lo que
nos dicen, los que dicen entender de esto. Dicen que nuestro planeta se va a la
mierda con tanta basura generada y que hay que reciclar. Que reciclar es
absolutamente necesario.
¿Pero yo me pregunto? ¿Fue siempre así? ¿Siempre se recicló?
¿En qué momento empezamos a reciclar?...
No sé si alguna vez os hicisteis esas preguntas, pero yo sí. Continuamente nos martirizan con imágenes de tortugas o focas con malformaciones por haber crecido atrapados en algún envase, o envoltorio de plástico, que afectado al desarrollo de alguno de sus miembros.
Nos sacan fotografías de playas llenas de basura, de autenticas islas de plástico en medio del océano y yo me vuelvo a preguntar. ¿Por qué el uso de bolsas de plástico?. Quizás por que la sociedad de consumo nos lo ha impuesto. Antes teníamos en casa canastos de esparto, de cestas de mimbre, o de palma, Envases que usábamos casi eternamente a base de remendarlos. y cuando no servían, los tirabas, y la tierra no tardaba mas de tres meses en descomponerlos y transfórmalos en nutrientes. No olvidemos que aquello era materia orgánica.
Así fue hasta que cambiamos las tiendas de barrio, los mercados, por grandes superficies. Maquinarias que deshumanizan, donde uno entra desnudo y con hambre, y sale vestido y saciado. Eso sí: seguramente sin hablar con nadie. Tú te coges todo. La comida, la ropa. Tú te la pruebas sin que ningún dependiente te diga aquello de. “Le tira la sisa”. Cuando acabas guardas cola y en un momento determinado de dirán a que caja debes dirigirte. Allí una bella señorita “casi siempre” te dirá la cantidad, y si tienes tarjeta de cliente. Poco más. Tú pagaras con tarjeta de plástico, o el móvil, ese artilugio que se concibió como teléfono, pero que ahora ya no se usa como tal. Eso sí: la mayor parte de los mortales, somos incapaces de salir a la calle sin él. Algunos médicos ya están alertando de que hay casos de adicciones serias al móvil.
Pero no pasa nada, en una sociedad del “usar y tirar” los teléfonos móviles ahora, son 100% reciclables. Somos muy coherentes y ecológicos, y es por eso que hay que reciclar. Siempre reciclar. Esa es la palabra mágica.
El reciclar marca la diferencia. El reciclar nos hace progres, modernos, y un poquito ecologistas. Nada que ver con un tiempo atrás.. Hace apenas 50 años, las personas estábamos asilvestradas. No solo usábamos cestas de mimbre para la compra con el grave problema de desforestación que eso significa. Es que además dábamos de comer las sobras a nuestras mascotas. Gatos o perros. La verdura no. Dado nuestro primitivismo muchos tenían gallinas, con lo cual la verdura triturada mezclada con salvado, y pan duro previamente remojado, era un componente que los animalitos se apresuraban a deglutir.
Que salvajes. Gallinas sueltas por un corral, que ponían huevos donde les daba la gana, sin ninguna garantía sanitaria. Además generaban estiércol. Un estiércol que mezclado con basura orgánica también de casa. Aprovechaban para el huerto. Qué Asco. Hortalizas criados con los excrementos de las gallinas. Podíamos beber del grifo. El agua no tenía ningún tipo de problema. Además era barata. Los pozos de agua que abastecían las ciudades, solían ser municipales y sin ánimo de lucro, ya que el agua es una necesidad básica. Claro que no reciclábamos las botellas de plástico, ¿o son de vinilo?, ¿Tal vez de Pet?.
Me han contado tantos cuentos que ya no se realmente de que son. Lo que sí que sé, es que se han de reciclar. Pero bueno puede que a uno no le guste el agua, y prefiera beber vino. O quizás cerveza, o tal vez otro tipo de refresco. Bueno da igual. En cualquier caso te lo dan en botella de vidrio. En bote de lata, plástico, o en tetra brik, que tendrás que reciclar.
Lejos queda aquello de llevar el envase (el casco) vacio que te canjeaban por otro lleno. Un envase que tenias que pagar en caso de rotura, o simplemente que no llevaras, para el canje.
Era así con todo. Claro que antes íbamos a por la leche con lecheras de aluminio. Pero solo hablare de retraso. No de primitivismo. Y es que éramos muy incivilizados.
Aprovechábamos la leña que podábamos de los arboles, para encender el fuego y calentarnos en invierno. El papel de periódico lo usaban para envolvernos cosas en el mercado. Incluso a veces le dábamos un tercer uso que era envolver el bocadillo, Y si le dábamos el cuarto uso, encender el fuego con él. Eso ya!!…
En esa cultura me crié. En una civilización muy atrasada que te compraba un reloj cuando tomabas la comunión, y te enterraban con él. Si se rompía se arreglaba, y si se ensuciaba se limpiaba. Casi no generábamos basura. Reutilizábamos casi todo, y aprovechábamos todo lo aprovechable. Reciclábamos poco, o nada, eso si. Hay que ver que poco ecológicos éramos con lo importante que es reciclar.