Hay que ver lo poco que nos cuesta al ser humano
acostumbrarnos a las cosas.
No sé si siempre fue igual pero sinceramente creo que no. Creo
que todo es cuestión de adoctrinamiento (palabra tan de moda) y con el tiempo
todo lo encajamos como algo natural en lugar de ponerle remedio. No en todas
las circunstancias, pero en algunas
graves si que teníamos que encontrar remedio, en lugar de hacerlas tan
habituales, y es que estos días Barcelona también se ha sumado al protocolo
anticontaminación Que vale. Si, es una gran ciudad, pero por lejos que este, y
por imposible que nos parezca atmosfera solo tenemos una, y sea en Barcelona, o
en Pernambuco, acabara por afectarnos.
Entiendo que las concentraciones de gente. Los pueblos se
crearon para compartir servicios, por la necesidad de compañía y por tener de
todo, en un espacio más reducido. En otros tiempos optimizar recursos era
importante, y ahora cuando visitamos un pueblo pequeño, perdido entre montañas,
nos preguntamos cómo podían vivir allí hace tantos años. Si pensamos desde la
lógica veremos que vivían allí, simplemente porque tenían lo necesario para
hacerlo. Optimizaban los recursos y reutilizaban todo lo que podían. (Ahora le
llaman reciclar). Lo del reciclaje es curioso. Cuando veo un camión cargando un
contenedor de reciclaje, me llama la atención la cantidad de humo que sale de
su tubo de escape al utilizar los hidráulicos. Tampoco se las industrias que
reciclan plástico (por ejemplo) que tan contaminantes son, pero es lo que se
lleva. Ahora nada dura eternamente. Y usamos materiales de nueva factura, y
hasta hace poco desconocidos. Así pues hemos pasado de la cazuela de barro, al
molde de silicona sin saber muy bien por qué. O del reloj de cuerda, casi
eterno. A los de obsolescencia programada. Dicho de otro modo. De usar y tirar.
Ahora después de tantos años de humanidad, de crear
comunidades para vivir y buscar recursos fáciles, y siempre próximos, de
momento el progreso nos trae cosas que en un tiempo quizá más corto del que
pensamos, resulten contraproducentes. Así pues nos han hecho pensar que el
coche es necesario, y para los que pensaban que no. Les han metido los
supermercados en medio de polígonos apartados, para que lo sea. Para que te
veas obligado a coger el coche, por algo tan sencillo como artículos de primera
necesidad. Pero no solo los comercios. También cines discotecas y muchos
centros de ocio, se instalan en grandes polígonos. Unos polígonos donde la ley
permite construir grandes superficies pavimentadas, sin una zona verde. Sin un
árbol. Solo tenéis que daros una vuelta para comprobarlo. Con esto además de
utilizar más el coche, contaminamos mas al tiempo que dejamos las ciudades
vacías, con todo lo que ello conlleva. Nos hemos hecho sedentarios. Siempre
sentados no salimos apenas a pasear por la ciudad, si por el centro comercial
con atmosferas cerradas y artificiales, de aires acondicionados que alrededor
de los centros comerciales calientan la “atmosfera” unas decimas por sus
emisiones. Luego activan el protocolo anticontaminación, y prohíben aparcar en
las grandes ciudades. No sabía que un coche aparcado contamina. Pero no pasa
nada. Nos desplazamos con el coche y aparcamos en el centro comercial o en el
parking ¿intereses quizás?. Creo que en lugar de todos estos protocolos
debíamos poner otras soluciones. Por ejemplo no acceder a las ciudades con
vehículo a motor Hoy por hoy, nada es imposible. El otro día vi una señora con
un triciclo, que disponía de una gran cesta trasera para la compra. ¿Pero
realmente puedes circular con eso en una ciudad ideada para los coches?.
Sinceramente no. Sería muy fácil crear grandes aparcamientos en las entradas de
todas las ciudades. Y acceder solo con bicicleta o a pie. Creo que tan solo con
ese gesto ganaríamos mucho. Solo tenéis que imaginar. Al fin y al cabo imaginar es gratis, en un mundo
donde todo nos cuesta dinero.
Continuara.
Continuara.
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